viernes, 26 de febrero de 2016

¡Hijo mío¡ Tú pa' médico que se ganan cuartos

El otro día mi abuelo me dejó caer que debería haber estudiado medicina. No me lo dijo con ninguna mala intención, sino que es la percepción que la sociedad tiene actualmente de determinadas carreras; medicina, ingeniería, enfermería, son vistas como titulaciones útiles y con un gran futuro, mientras que las letras son vistas como menos relevantes y la gente se pregunta: "¿Para qué sirven?"

Lo más grave de todo esto es que esta percepción ha calado también entre los más jóvenes. Hace unos años, el periódico El País publicaba un artículo en el que se daba a entender que estereotipos tan arcaicos como que el chico que coge humanidades pierde características masculinas, son vagos; mientras que si las chicas cogen ciencias perderán sus características de sociabilidad, son gente "empollona".



Pero también son los propios profesores los que fomentan estos estereotipos, este estudia dice textualmente: "La dicotomía letras-ciencias es un clásico. Los propios profesores, en otra parte del estudio en el que se entrevistó a 11 docentes madrileños, lo constatan: "Hay gente que no tiene capacidad y ha sacado un bachillerato con una media de 6 a base de horas y horas y horas..., Y no dan más de sí. Y, sin embargo, si esa gente se hubiera metido en un bachillerato de ciencias no hubieran podido sacarlo. Estoy convencida, no es que sea tópico", dijo una docente de ciencias. "Los inteligentes hacen Tecnología y los no inteligentes hacen Humanidades. Ésta es la batalla de los de letras, pero que está potenciada por los profesores... los de Química, Matemáticas y Biología por lo menos", dijo otra de letras"

Además, incluso desde el poder político se fomenta esta dicotomía de utilidad/inutilidad.  Aunque aquí queda más que claro que se persigue un doble objetivo: recortar fondos en educación para el aumento de beneficios de las élites y eliminar la capacidad de desarrollar el pensamiento de la sociedad para evitar cualquier atisbo de protesta contra el orden establecido.

Así que queda más que claro que en la batalla que el otro día dilucidábamos en clase entre C.P. Snow y F.R. Leavis el ganador es el primero, y todo parece encaminado a ello, mientras que la tendencia sea a fomentar una sociedad que cada vez se haga menos preguntas y se centre en el simple hecho de ser "productiva, útil, cualificada y competitiva".

Vamos a terminar esta entrada con un toque de humor en vídeo


Félix Díaz Castaño


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