Si me pidieran que
nombrara a tres personajes históricos dedicados al estudio de la Ciencia en
cualquiera de sus ámbitos, sin duda los primeros nombres que recordaría serían
nombres de hombres, como: Einstein, Newton, Galileo, Freud o Darwin. Este hecho
es claramente sintomático de que algo no “anda” bien.
A lo largo de toda
nuestra vida como estudiantes no hemos dejado de estudiar a estos personajes
varones una y otra vez, en los currículos de los diferentes grados de enseñanza
se produce un silencio casi alarmante del papel de la mujer en la ciencia,
parece como si la actividad de éstas en este campo nunca hubiera existido; la
mujer científica parece un raro espécimen difícil de encontrar. Es cierto que a
lo largo del tiempo la mujer ha partido con desventaja y con grandes
limitaciones, hándicaps éstos impuestos por los “dueños” del mundo, los
hombres. Pero a pesar de esto hay mujeres que deberían ser estudiadas por sus
grandes aportaciones en sus campos; aportaciones estas que no recibieron
reconocimiento en su momento y que lo reciben ahora, aunque de manera muy tímida.
La ciencia es cosa de
hombres ¿o no?, es una de las frases que Agustín Ciudad nos escribe en su blog para esta asignatura, por supuesto que la ciencia no es cosa de hombres, aunque
a veces lo sintamos así. Si echamos la vista atrás en el tiempo podemos
reconocer a grandes mujeres que jugaron un papel crucial en la investigación científica.
Hipatia de Alejandría. Filosofa,
física y astrónoma nacida en el año 370 realizó una contribución esencial al
desarrollo de las matemáticas. Mártir como mujer de ciencia, fue asesinada por fanáticos
cristianos al considerarla como hereje.
Marie Sophie Germain.
Matemática, física y filosofa francesa, nació en 1776 y destacó por sus
aportaciones a la teoría de los números y la teoría de la elasticidad, uno de sus
estudios más importantes fue sobre los números primos.
Emmy Noether. Fue una matemática
alemana reconocida mundialmente por sus contribuciones esenciales a la física teórica
y el álgebra abstracto. Fue considerada por reconocidos científicos, como Einstein,
como la mujer más importante en la historia de las matemáticas.
Bárbara McClintock.
Nacida en Estados Unidos en 1902 fue una científica especializada en
citogenética que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1983 por su excepcional "teoría de los genes saltarines", revelando el hecho de que los genes eran capaz de
saltar de un cromosoma a otro.
Lise Meitner. Nació en
Austria en 1878 se dedicó al estudio de la radiactividad y la física nuclear,
fue parte fundamental del equipo que descubrió la fisión nuclear.
Augusta Ada Byron. Más
conocida como Ada Lovelace (hija de Lord Byron) fue una brillante matemática adelantada
a su época, es considerada como la primera científica en computación de la
historia.
Rosalind Franklin. Química
y cristalógrafa inglesa, que como hemos visto en clase, su contribución a la comprensión
de la estructura del ADN, en forma de doble hélice, fue fundamental, aunque como
sabemos su trabajo no fue reconocido.
Marie Curie. Química y física
polaca dedicada en cuerpo y alma a la radioactividad, siendo la máxima pionera
en este ámbito.
Estos son solo un ejemplo de grandes mujeres que a pesar de
las dificultades presentadas por una sociedad machista y los prejuicios debidos
a su sexo fueron precursoras, luchadoras y pioneras en sus campos. Muchas veces
denostadas por sus coetáneos y por la historia. Ahora es nuestra labor como miembros
de esta sociedad poner en valor sus actividades y sus aportaciones, darles el
lugar que merecen en la Historia de la Ciencia, y en la Historia en general.
Lara Fernández Morena
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